Este post va a ser la 2ª parte de otro que publicamos hace poco.
En él te explicábamos qué hacer si tu negocio va mal, y te dábamos varias acciones “de choque” para mejorar tu rentabilidad lo más rápido posible (si este es tu caso, te aconsejamos que empieces por leer ese post primero).
Ahora toca ver el tema desde otro enfoque.
Aquí te vamos a hablar de cómo trabajar tu rentabilidad a lo largo del tiempo.
Porque no se trata solo de conseguir más ventas hoy. Eso es fundamental, claro, pero también debes tener un ojo puesto en el largo plazo.
Por eso, te vamos a enseñar a plantar las semillas para que tu negocio siga creciendo hoy, mañana y dentro de 5 años (o más).
¿Preparado para sembrar beneficios? 😉
Índice de contenidos del artículo:
Vale, todos sabemos que un negocio debe ser rentable para prosperar, pero ¿qué significa eso exactamente?
Te lo explicamos.
Para empezar, la rentabilidad es uno de los muchos conceptos financieros que manejamos dentro de una empresa (y uno de los más importantes).
La fórmula para calcularla es la siguiente:
Rentabilidad = (Beneficios / Inversión) x 100
Por ejemplo, si en un año inviertes 100.000 € con tu negocio y generas un beneficio de 15.000 €, el resultado sería:
(15.000 € / 100.000 €) x 100 = 15 % de rentabilidad.
¿Qué pasa?
Pues que este cálculo sería como tomar una foto fija de tu negocio. Lo que nos dice es que ahora mismo, en este periodo concreto, tu rentabilidad es del 15 %.
Pero eso no basta.
Como te decíamos, este medidor es algo que debes ir trabajando con el tiempo. Tienes que pensar cómo vas a mejorar la rentabilidad de tu negocio a corto, medio y largo plazo.
Y ahí es donde entran en juego las diferentes estrategias de marketing.
Ojo, esto que vamos a explicarte ahora es una simplificación.
Pero a grandes rasgos podemos hablar de 3 horizontes temporales diferentes, según la estrategia que emplees.
Vamos con el primer escenario: cómo generar beneficios y conseguir rentabilidad en poco tiempo.
Aquí tu mejor baza son las campañas de publicidad online.
Lo vemos con un caso práctico.
Supongamos que eres el dueño de una clínica dental en Málaga que quiere conseguir nuevos clientes.
Para eso, lanzas una campaña de anuncios en la Red de Búsqueda de Google. Anuncios como los que aparecen en esta imagen:
Estos anuncios los configuras para que se activen por los términos que tus potenciales clientes introducen en Google cuando buscan una clínica como la tuya. Por ejemplo:
Y cuando una persona hace clic en tu anuncio, la diriges a una landing page (una página especial) donde le ofreces más información sobre tus servicios y le propones reservar una primera cita en tu clínica.
Esta estrategia te permite conseguir resultados de manera casi inmediata.
A cambio, la rentabilidad suele ser inferior que con otras acciones de marketing (la inmediatez se paga).
El motivo es simple: cada vez que una persona hace clic en tu anuncio y entra en tu web, tú pagas una cantidad determinada (lo que se conoce como Coste por Clic). De ahí que las visitas que atraes con la publicidad se consideren “tráfico de pago”.
Eso hace que el coste de captación aumente.
Ojo: no estamos diciendo que con la publicidad no puedas conseguir un buen retorno. Pero hay otras acciones de marketing que pueden ofrecerte un rendimiento superior.
>> IMPORTANTE
Si te preguntas por qué no hemos mencionado la publicidad en Facebook, la respuesta es muy simple. Y es que en nuestra agencia hemos comprobado que conseguir un cliente con Google Ads es 6,7 veces más barato que con Facebook Ads, y esta diferencia a partir de 2021 es todavía mayor, debido a la pérdida de eficacia de la publicidad en redes sociales.
Si de lo que se trata es de conseguir la máxima rentabilidad, esta es una diferencia muy a tener en cuenta. 😉
Vamos ahora con la cara opuesta de la moneda.
El marketing de contenidos es una estrategia que se basa en publicar contenidos de valor para tu audiencia (contenidos que resuelvan sus dudas y necesidades).
El objetivo es captar potenciales clientes, para luego convertirlos en clientes de tu empresa.
Esto lo vas a ver más claro con otro ejemplo.
Ahora imagina que tienes un box de CrossFit. En tu blog publicas contenidos sobre temas que interesan a tu audiencia, como:
En cada post, le propones al lector que se suscriba a tu newsletter para recibir más contenidos similares. A cambio puedes ofrecerle un lead magnet (una guía en PDF, una masterclass, o incluso una primera sesión gratuita en tu gimnasio).
Una vez se suscribe, le envías una secuencia de emails para convencerlo de que acuda a tu gimnasio y haga una sesión de prueba.
Con esta estrategia consigues:
¿Y no hay un punto intermedio?
¿No hay una manera de conseguir tráfico orgánico y rentable, pero que además sean visitas que están pensando en comprar?
Pues sí, sí que la hay.
Y esto del SEO, ¿en qué consiste?
Explicado de forma sencilla, podemos decir que el posicionamiento SEO son una serie de técnicas que aplicamos en tu web para que se posicione en Google por determinadas palabras clave (es decir, por los términos de búsqueda que usan tus potenciales clientes).
Y aquí viene lo importante:
Dentro de una estrategia SEO atacamos palabras clave transaccionales, que son las búsquedas que hace una persona cuando ya tiene intención de comprar (y por lo tanto, las que nos ofrecen una mayor conversión).
¿Qué significa eso?
Pongamos ahora el caso de un hotel de 4 estrellas en Mallorca. Has optimizado tu web para que aparezca en Google por términos como:
Una persona que busca “Hotel para familias Mallorca” ya tiene claro que va a irse de vacaciones a Mallorca y está buscando un alojamiento. Es decir, es un potencial cliente que está en la fase final del proceso de compra.
Si esa persona llega a tu web, y tu oferta le convence más que las del resto de hoteles que estén en la primera página de Google, ¿qué pasará?
Pues que habrás conseguido una nueva reserva, claro. 😉
De esta forma tenemos:
Además, otra ventaja del tráfico orgánico es que es una fuente de visibilidad estable: una vez tu web está posicionada, empiezas a atraer visitas de manera constante (mientras que con la publicidad, cuando dejas de pagar, se acabó el tráfico).
Interesante, ¿verdad?
Hemos visto un montón de conceptos, así que ¿te parece si hacemos un resumen?
Para conseguir que tu negocio no solo vaya bien, sino que además te genere rentabilidad de manera estable a lo largo del tiempo, lo ideal es combinar:
Así, una vez tu web se posicione en Google, podrás combinar ambas estrategias para tener varias fuentes de captación funcionando al mismo tiempo (lo que significa ingresos más estables) y maximizar la rentabilidad de tu negocio.
Y ahora solo nos queda una cosa por contarte…
No te vamos a engañar.
Poner en práctica una estrategia a dos velocidades como la que te hemos contado no es sencillo.
Hay que optimizar diferentes vías de captación de forma simultánea, controlar muchos aspectos técnicos… y no todos los negocios tienen los conocimientos necesarios para hacerlo.
Por eso, si quieres conseguir los máximos resultados, nuestro consejo es que confíes en profesionales cualificados.
Por ejemplo, nosotros llevamos más de 14 años implementando este tipo de estrategias, en las que combinamos el SEO sostenible, y las estrategias de contenidos, con la publicidad en Google.
De esta forma hemos ayudado a muchísimos clientes a aumentar su facturación y a crecer de forma estable.
Y podemos hacer lo mismo por ti.
Incluso, estamos tan seguros de que con nosotros conseguirás resultados que te ofrecemos nuestra Garantía #TúPrimero®: si no aumentamos la visibilidad de tu negocio, te regalamos un año de nuestro trabajo totalmente gratis.
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